El Tribunal Supremo ha condenado a un joven a un año de cárcel por humillar a víctimas del terrorismo en las redes sociales. Es la primera vez que el alto tribunal se pronuncia en este sentido, argumentando que las expresiones emitidas por el joven se enmarcan dentro del discurso de odio, y no están protegidas por la libertad ideológica o de expresión.
Considera asimismo que la humillación o desprecio a las víctimas afecta directamente a su honor y a su dignidad.
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